La inteligencia artificial (IA) puede ser una gran aliada tanto para las marcas como para los consumidores.
Seguramente hemos escuchado este término muchas veces, puede que nos remita a escenarios futuristas donde las máquinas tienen su propia voluntad, sin embargo, la inteligencia artificial está presente en distintos aspectos de nuestra vida, por ejemplo, en los algoritmos de las redes sociales.
Lo primero que debemos aclarar es qué es y cómo funciona. La inteligencia artificial se refiere a los procesadores o softwares que pueden desarrollar mejoras o aprender nuevos comportamientos sin necesidad de una nueva programación. Los principales tipos de inteligencia artificial utilizados en la publicidad y el marketing son machine learning y deep learning.
Machine learning se refiere a la tecnología que recoge datos estadísticos y, a partir de los resultados, mejora el patrón con el que está programada para obtener respuestas cada vez más acertadas dependiendo las situaciones.
Deep learning es una tecnología aún mucho más avanzada que Machine learning, ya que esta sí es capaz de desarrollar nuevos patrones a partir de los resultados obtenidos con los patrones anteriores, como la inteligencia artificial usada por las aplicaciones de tránsito y navegación.
Ahora, usar inteligencia artificial le ha proporcionado grandes beneficios al marketing digital, ya que ha permitido que los anuncios lleguen a quienes tienen intereses similares o necesidades afines a las marcas, logrando que el mensaje sea más amable y menos intrusivo, llegando a los consumidores adecuados.
La inteligencia artificial no solo analiza los comportamientos y los intereses de los consumidores sino que permite segmentar la publicidad por localización geográfica, centrándose en quienes tienen acceso a los productos o servicios que se están anunciando. Además, permite saber a qué hora y en qué día es más adecuado mostrarle la información al consumidor para aumentar la efectividad.
La inteligencia artificial permite mejoras en la atención al cliente y la creación de campañas automatizadas. También aumenta la productividad, ya que obtiene rápidamente mucha información valiosa a partir del análisis de una cantidad de datos que, sin la inteligencia artificial, sería imposible estudiar.
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